martes, 20 de junio de 2017





Los Sobrevivientes


En el año 2034, a 500 km exactos de la planta nuclear de Moscú, un camión de la industria Brasken, que transportaba una sustancia química muy peligrosa, que podía cambiar su forma química de líquida a gaseosa, volcó y los desechos cayeron al Mar Blanco. Nunca se detectó nada extraño. Hasta que, luego de 3 años, científicos rusos identificaron que el agua estaba contaminada por los " desechos” y todos los seres vivos que habitaban en el agua dejaron de vivir. Se creía que aproximadamente en 5 años los desechos pasarían a ser gaseosos y todos los seres vivos que respiraban oxígeno, iban a ir muriendo hasta el año 2057. Los humanos ya no tenían esperanza de sobrevivir, y se rindieron, excepto algunos científicos como Stephen Baczkar, Nicolas Tectrí, Aristarco Robert, Max Avery y  Arthur Tradtler. Ellos pensaron en positivo y unieron sus conocimientos para buscar una alternativa a esta catástrofe mundial. Desarrollaron el llamado “plan supervivencia”. Este plan se pensó en el laboratorio de Baczkar y en ese lugar se formó esta discusión:
- Tenemos que encontrar ya una cura para esta toxina- propuso Robert.
- Eso no se puede. Ya que no hay ninguna planta ni fruto que pueda anular sus efectos- refutó Tradtler.
- Y si intentamos vivir unos años bajo tierra hasta que el virus se pase- planteó Tectrí.
- Descubrimos que el virus no desaparece con el tiempo sino que se potencia y como los seres vivos necesitan agua para vivir no creo que podamos consumirla ya que está contaminada- contradijo Avery.
-No tenemos otra alternativa, tenemos que dejar este planeta- decidió Baczkar.
-¿¡¿¡QUÉ?!?!- respondieron los cuatro al unísono.
-Hace años vengo planeando esto así que, lo único que tenemos que hacer es construir las 10.000 naves interestelares para transportarnos a otro planeta.
-¿A qué otro planeta?- preguntó Avery.
- 62f, planeta que orbita a la estrella Kepler 62.
-¿Es habitable? ¿Tiene agua? ¿Oxígeno?
-Tranquilos, eso es lo más simple, la parte difícil va a ser lograr construir 10.000 naves, de tal tamaño, que puedan transportar a 7.000 personas en tan solo 20 años.
-¿Cómo?
- Si supiera no les pediría ayuda.
- ¿En solo 20 años?
-Vamos, somos las mejores 5 mentes del mundo podemos lograrlo.

Se saludaron formalmente, sin saber que en esos 30 minutos de discusión tomaron la decisión que salvó a la humanidad.

 20 años después, el 2 de mayo de 2057, se preparaba el lanzamiento de las  10.000 naves interestelares. Para ese momento un alto porcentaje de la población mundial, en especial las que tenían problemas respiratorios, habían muerto ya que las personas con estos problemas necesitaban respirar más aire que para ese momento estaba demasiado contaminado por la toxina. 

El viaje tardó aproximadamente 10 años y sólo pudieron aterrizar correctamente en el planeta 62f, cuyo tamaño era 40% mayor que la Tierra, 9.789 naves ya que algunas no pudieron soportar el trayecto.

200 años después de este acontecimiento súper importante para la humanidad,  el nuevo planeta ya había sido colonizado y para ese momento la humanidad había desarrollado nuevas tecnologías como por ejemplo, el generador de energía geográfico, que remplazó a la energía nuclear que tantos problemas había causado en la Tierra. Este funcionaba a partir de la energía que era absorbida desde el núcleo de un planeta. Otro gran invento que pudo proteger a este nuevo planeta fue el descubrimiento de un nuevo material llamado sohurio cuya característica novedosa era su indestructibilidad, podía recibir hasta una fuerza de 456 newtons equivalente a la fuerza que produjo el asteroide que extinguió a los dinosaurios al ingresar a la atmósfera.

En el año 2842, mucho tiempo después de la llegada de los humanos a este nuevo planeta, se había presentado un problema gigante: 62f estaba pasando por un proceso de calentamiento que, extrañamente, no era suficiente  para extinguir a la raza humana pero si para debilitar a un 30% de la capa de sohurio que protegía al planeta de meteoros. Esto provocó mucho terror en las personas de este planeta perteneciente al sistema solar Kepler 62, así que se originó una reunión en la que se determinó que si un asteroide llegaba a sobrepasar la capa del material irrompible, que ahora soportaba una carga 136.8 newtons, se procedería a un nuevo plan de evacuación de  este planeta.

Estudios determinaron que un gran asteroide se acercaba,  por lo tanto los humanos se vieron obligados a, nuevamente, ubicar un nuevo planeta que pudiera albergarlos, pero al cabo de años y años de investigación no pudieron encontrar ningún otro planeta que pueda alojar seres vivos. Todas las posibilidades de supervivencia se esfumaron. Quedaban exactamente 6 meses para que el asteroide colisione con el planeta cuando en una oficina de la coordinación de defensa planetaria, Albert Wenkistan, un astrofísico reconocido y Carl Nagas, importante geólogo empezaron a dialogar sobre las alternativas que la humanidad tenía.
-No hay nada que hacer, no hay ningún mundo en el cosmos que pueda refugiar formas de vida- advirtió  frustrado Albert.
- Y nosotros que creíamos que este planeta iba a perdurar por 20.000 millones de años. Esto sí que es un golpe bajo- respondió también frustrado Carl.
De repente se escucha un “pip” proveniente del celular del geólogo.
-¿Y ese sonido?- preguntó curioso el astrofísico.
-Es la actualización trisemanal de la temperatura global.
- ¿Igual que siempre no?
Se produce un pequeño silencio.
- No puede ser…
-¿¡Empeoró?!
- ¡Volvió a la normalidad!
-¿Qué estás diciendo?
- ¡Bajó el porcentaje del calentamiento! Esto es un milagro.
Era cierto, el calor que emitía el núcleo disminuyó hasta una determinada temperatura que dejo de derretir sohurio.
Tres meses después, la capa de sohurio fue reparada evitando el posible apocalipsis. La esperanza regresó a los hogares del mundo.
Y esta es la gran historia de la supervivencia humana.


Alumnos: Máximo Scravaglieri Y Bruno Soriano