martes, 19 de junio de 2018

El robo de la Mona Lisa

Por Nicolás Fanelli, 1°"A"

      Hace muchos años, en París, en el Museo de Louvre, el cuadro más valioso había desaparecido.
      Una mañana, Eleonora, la directora del museo se encontró con que el cuadro de Lenoardo Da Vinci había sido robado.La primera reacción que tuvo fue hacer una denuncia llamando a la policía. Cuando terminó la llamada, un visitante llamado Lucas se dirigió a ella.
-Perdón que la interrumpa señora. No pude evitar oír su conversación con la policía. Yo soy detective, ¿necesita ayuda?- le preguntó, mientras extendía la placa.
-¡Sí!¡Gracias! Despareció el cuadro más valioso del Louvre... y no sé quién pudo haber sido el culpable.
-¿Podría describirme cuál es la obra desaparecida y su nombre?- preguntó el detective.
-Se trata de la obra "La Mosa Lisa" de Leonardo Da Vinci, valuada en un millón de dólares.
-Ok, ¿ Podré acceder a las cámaras de filmación por favor?
- Sí ¡claro! ¡Sígame!
      Cuando Eleonora le estaba mostrando las cámaras, la filmación se había cortado por 30 minutos y lo único que pudieron ver fue cuando una mujer con pelo castaño salía del museo con el cuadro. Las únicas mujeres que tenían pelo castaño eran Rosita, la secretaria, y Clara, la guía del museo. Rosita no podía haber sido porque en la filmación mostraba como se había retirado del lugar. Entonces podía ser Clara o alguien que se había puesto una peluca.
      El detective le preguntó a la directora del  museo quién podía llegar a cortar la luz y Eleonora le contestó que Isidoro era el único que podía hacer eso, ya que además de ser el portero era el encargado del edificio.
      Cuando Lucas estaba interrogando a Isidoro, éste le dijo que se había retirado a las 22:00 hs con Rosita. El detective se fue rápidamente sin dejar que terminara de hablar porque se dio cuenta que el portero y Rosita no había sido.
      Los únicos que quedaban en el museo a esa hora eran Clara, Eleonora y Juliana, una amiga de la guía del museo, que recién llegaba de Estados Unidos.
      Lucas estaba desconcertado. Empezó a buscar pistas en todo el museo y ahí fue cuando descubrió un cigarrillo al lado del lugar donde había sido expuesta la obra. Entonces el detective fue a preguntarle a Isidoro si alguien fumaba y éste le respondió que la única que fumaba era la directora. Todo había cerrado: la culpable era Eleonora. Clara robó y trajo un vehículo para llevar el cuadro y Juliana había cortado la luz. La directora se había puesto una peluca de pelo castaño. Mientras Clara fue a buscar un auto del estacionamiento, Juliana cortó la luz.
      Lucas llamó a una patrulla para llevar a las implicadas en el caso hasta la comisaría y seguir con el interrogatorio. Luego llamó a la Concesionaria de autos y denunció el auto que Clara había robado.
      Una vez en la estación de policía, el detective siguió el interrogando a la encargada de Louvre y ésta le dijo que ella no había sido ya que se había ido a cenar con su familia. Si tenía razón, entonces ¿quién había sido el que robó el cuadro?
      Cuando el detective terminaba de interrogar a todos, Isidoro le comentó que la secretaria lo había dejado plantado, el detective se dio cuenta que Rosita había sido la que había robado el auto y Clara el cuadro. El cigarrillo lo había dejado la guía del museo para culpar a Eleonora ya que no era de su agrado. Fin del caso. El cuadro fue devuelto al Louvre y la guía del museo, Rosita y Juliana habían sido detenidas.
      Al detective le pagaron por hacer que no roben la obra un cuarto del valor de la misma.

FIN