Julio Knur y su
hijo Mario, dos vagabundos, se encontraban en su viaje por el espacio. Luego de
la muerte de la señora Knur, no pudieron pagar el alquiler de la casa y se
convirtieron en “vagabundos galácticos”. Al no tener casa decidieron hacer un
viaje por el espacio. Venían de
investigar un planeta llamado Tierra, el cual estaba deshabitado, cuando hace 5
años la atmósfera había desaparecido. Una hora después de haber pasado por ese
planeta pararon a comer en Galactic Food. Su siguiente parada iba a ser la
Luna. Se subieron a su gran nave Twaski GB color rojo y se fueron.
Julio era un
hombre alto, pelado, con la piel celeste, cuya edad pasaba los 60 años. Lo
único que hacía en su vida era repartir diarios y manejar su nave. Mario poseía
las mismas características que su padre, excepto el pelo y la edad. Esta última
era de 30 años. Su idea había sido graduarse como ingeniero de naves. Había
estudiado durante 8 años y se suponía que este iba a ser su último, pero la
muerte de su madre hizo que no pudieran pagar el colegio y por lo tanto tuvo
que dejarlo. Mario había sido todo lo contrario a su padre. El señor Knur ni
siquiera había terminado la primaria y, por lo tanto, no había conseguido un
buen trabajo.
Mientras iban
por el espacio, se encontraron con un planeta
“milimicrónico”. Así se los llamaba a los planetas o satélites naturales que no
figuraban en el mapa galáctico. Era un planeta verde con algunos cráteres y que
tenía un edifico bastante grande. Les dio tanta curiosidad que dirigieron la
nave hacia ese planeta. Aquel lugar era grande y terrorífico. Además, pudieron
ver un cartel que decía “Cárcel Nº52”.
Dejaron la
nave y se bajaron con sus trajes espaciales. La puerta de entrada estaba abierta.
Era bastante grande. Entraron a la “planta principal”, un lugar que tenía
varias mesas y sillas tiradas. Ese podría ser el lugar donde comían los
policías. Se sorprendieron al ver que no había ninguna persona. Siguieron la
investigación, atravesando una puerta mecánica, que se abrió ni bien se
acercaron, y caminaron por un largo pasillo. En el final de ese pasillo había
un ascensor, por el que no pudieron subir, ya qué hacía falta tener una tarjeta
magnética. Esto hizo que tuvieran que buscar otra manera de subir a los otros
pisos.
La cárcel
estaba totalmente abandonada, pero las luces estaban prendidas. Volvieron al
bar y se dirigieron por otra puerta, la cual los llevó a otro pasillo. A los
costados había oficinas y más oficinas. Adentro de ellas se podía ver
escritorios, con algunas bibliotecas y algunas tenían una computadora M-R42-55,
una de las computadoras más potentes.
Luego de un
rato de caminar, se toparon con un plano de la cárcel. En el piso de arriba se
encontraban los “Políticos traidores”. Les causó gracia el nombre de la
categoría. Dos pisos más arriba estaban los “contrabandistas”.
Al recorrer la
cárcel y no encontrar manera de subir, estaban a punto de volver a su viaje,
cuando de repente encontraron una señal que indicaba que a la derecha había una
escalera.
-Este lugar es muy raro-susurró Julio.
-¡Está totalmente abandonado!, pero tiene las luces prendidas, me pregunto
que habrá pasado-dijo Mario.
Subieron
por las escaleras hasta que llegaron otro piso. Era un pasillo donde había muy
pocas luces que estaban prendidas.
-No
lo sé padre, es muy aburrido este lugar, ¿porque no seguimos con nuestro
viaje?…-pidió Mario.
-Sigamos
un poco más. Quizás encontremos rolones, Oro, rubís…-dijo Julio que
tenía ganas de seguir investigando.
-Siempre
dices eso y nunca encontramos nada-le respondió Mario con malhumor.
Caminaron
por aquel pasillo. Parecía también estar deshabitado. Sin embargo se
sorprendieron al encontrar una celda donde había un hombre que los miraba
fijamente. -¿Qué quieren?-preguntó el
hombre. Era bajito y con piel amarilla, como los seres que habitaban en Plutón.
-Nada,
solo estamos investigando. Este lugar parece estar abandonado-dijo Julio.
-Parece
pero no lo es-le dijo con un tono molesto.
-¿Qué
pasó aquí?-
-No
somos nadie para cárcel. Hace 2 días se enteraron que un meteorito se
aproximaba e iba a impactar con este planeta. Al preparar el escape, se dieron
cuenta que las naves no alcanzaban para todos los prisioneros, y a nosotros,
los “criminales de este piso, nos dejaron de lado.- Contó el señor
-¿Cuál
es su nombre?-
-K-532-YI
¿Y ustedes?-
-Julio
y mi hijo Mario. Supongo que usted está aquí por ser “político traidor” -preguntó
Julio.
-
Si estar en contra del partido político de Plutón es un delito…- K-532-YI
suspiró
Hubo
un rato de silencio hasta que Mario lo interrumpió.
-¡Creo
que ya tengo una idea! Antes de dejar la facultad, estaba realizando un
proyecto de un arma capaz de destruir todo tipo de cosas. Solo necesito liberar
a todos los prisioneros para que nos ayuden-dijo Mario, quien había estado
callado escuchado durante la conversación.
-No
es tan difícil. En el piso de abajo está la oficina Nº38. En ella, se pueden
manejar todas las funciones de la cárcel. Lo único que deben hacer es prender
el ordenador e introducir la contraseña: POL532K2Y1. Tomen esto; es un
Localizator. Los ayudará a seguir el camino para volver. Una vez que hayan
terminado diríjanse a las escaleras.-Los guió el prisionero
Julio
y Mario siguieron las órdenes de K-532-YI y se encontraron con la oficina,
donde había una computadora. Mario la prendió. Unos minutos después les salió
un mensaje que les pedía una contraseña. La introdujo y se abrió un menú el
cual les daba varias opciones. El adolescente eligió dos opciones: “ABRIR
PUERTAS” y “PRENDER LUCES”. Apareció otro mensaje: “ACTIONES REALIZADAS”.
Rápidamente se
dirigieron a las escaleras y pudieron ver como los prisioneros bajaban. Una vez
que los prisioneros estaban reunidos Mario dijo:
-Mi
papá y yo los liberamos para que nos ayuden a salvar sus propias vidas-dijo
Mario-Lo que haremos es un arma capaz de desintegrar el meteorito. Necesitamos
conseguir cables, 6 antenas y una batería tipo Bartrax.-
Luego de las
palabras de Mario, los prisioneros se pusieron a trabajar. Una hora más tarde habían
podido conseguir las antenas y los cables. Pero la Bartrax no la habían
encontrado en ningún lugar. En la Cárcel Nº52 no se utilizaba plutonio.
Cuando
todo parecía estar perdido, a Mario se le ocurrió una idea. El motor de la nave
de su padre podría servirles. Rápidamente, con sus trajes espaciales puestos,
fueron a buscar la nave. Con las herramientas que había en la nave, sacaron el
motor y lo llevaron adentro de la cárcel.
Todos los prisioneros
ayudaban, conectando cables, otros alcanzando las herramientas y Mario dando
indicaciones. Julio estaba hablando con K-532-YI. Le contaba su triste
actualidad, que era parecida a la del hombre de piel amarilla. Una vez listo,
Julio y Mario lo llevaron afuera. Desde afuera se podía ver el meteorito.
-Está
muy lejos. Debemos esperar un poco porque si no los rayos no van a llegar a
desintegrar el meteorito.-dijo Mario mientras miraba la distancia del meteorito
con un MTK.
-Si
llegamos a salvar a estos hombres, la única opción que nos queda es quedarnos a
vivir aquí.-dijo Julio.
-Tienes
razón. Prefiero esto antes que vivir como un vagabundo-
Pasaron
unos minutos y era tiempo de disparar. Apuntaron contra el meteorito y
dispararon. Salió un rayo que iba a una velocidad impresionante. En cuestión de
segundos, el rayo impactó con el meteorito. El meteorito se había destruido en
montones de pedazos. Mario pensaba en todos los años que había ido a la
universidad; tantos años que les sirvieron para salvar un grupo de personas.
Adentro
de la cárcel festejaban. Cuando entraron Julio y Mario los ladrones les
agradecieron. Además, Julio les contó que habían decidido que iban a quedarse
vivir allí. Su única preocupación fue el tema de la comida. Pero los
prisioneros dijeron que había máquinas capaces de producir todo tipo de
alimentos.
Rolones: Material utilizado para
fabricar los motores de las naves, que se vendían a gran precio
Bartrax: Bateria que funciona a
base de plutonio. Ha sido reemplazado por la energía gaseosa y se utiliza nada
más en los modelos de nave más viejos
MTK: (More than Kilometres) Instrumento
para ver medidas superiores a los kilómetros