domingo, 3 de junio de 2018

La aventura del Mago Melchor

Por Matías Bustamante, 1° "A"

      Había una vez un mago llamado Melchor que tenía una barba blanca y larga, un sombrero puntiagudo y de color rojo; un traje largo de color azul, ojos negros y también una nariz pronunciada y puntiaguda.
      Un día la reina Candela lo llamó a su castillo para solucionar un problema.
-¿Para qué me llamó?- preguntó Malchor.
- Te llamé para que usted vaya a derrotar al dragón de la caverna llamada Casa Viral que está rodeada por el equipo Viral y está colocada a 400 kilómetros.- le dijo la reina.
      El dragón era un monstruo gigante de tres cabezas y verde y también tiraba fuego por la boca. Melchor con su astucia y valentía se fue solo hasta la Casa Viral. En todo su viaje tuvo que pasar por las 100 pruebas de Viral. En una de esas pruebas tuvo que escalar la montaña de las 10000 escaleras.
      Después de un mes de pruebas, logró llegar a la Casa Viral y se encontró con los primero guardias. Eran dos enanos muy ágiles y fuertes. Le empezaron a decir que si no se iba de ahí lo iban a matar con sables de luz que tenían a su lado. Melchor sacó su varita y agarró una de las espadas para poder matar al dragón. Melchor logró infiltrarse en la Casa Viral y pudo encontrar al dragón. Cada una de sus cabezas tenía un nombre en particular: la dos primeras se llamaban Javi y Fabri, y la más grande se llamaba Yao, y era la más fuerte y la que daba el problema que más le molestaba a la reina, por una razón que solo ella conoce. Cuando Melchor estaba a punto de matarlo apareció su guardia más fuerte llamado Julio Pitbull y lo tiro contra una de las paredes de la caverna, lo tiró con tanta fuerza que casi rompe la pared, pero cuando Julio estuvo a 3 centímetros de matarlo, de repente llego su compañero y amigo el Momo; la persona más fuerte de todo el reino.
-¿Por qué estás acá?- preguntó Melchor.
- Estoy para ayudarte en tu aventura.- Dijo Momo.
      Melchor y Momo empezaron a hacer ataques combinados a Julio, que lo dejaron inconsciente en un minuto. Cuando lo derrotaron, fueron directamente a matar al dragón.
      Cuando se encontraron frente a frente con él, fue cuando desperté del sueño.

FIN