lunes, 9 de julio de 2018

Cárcel Portergeist

Por Tomás Barak, 1° "A"

      Esto pasó hace algunos, cerca de 1982, en la cárcel de Devoto...
      Hoy ya es 1988, han transcurrido 6 años, pero todavía sigo asustado...Yo soy guardia en esta cárcel, no suelo asustarme pero esa noche fue la primera vez...Estaba con mis compañeros, cuando de pronto vi una sombra pasar por la pared. Ese fue el momento donde las cosas raras empezaron a ocurrir.
      En la cárcel de Devoto hay más de 20.000 prisioneros, pero día a día el número de prisioneros descendía. Un día eran 20.000, al siguiente eran 15.000 y así hasta que pasado cuatro días ya no quedaba ninguno.
      Las alarmas se activaron, pero nadie sabía lo que estaba pasando, los prisioneros no estaban por ninguna parte, no había agujeros ni en el piso ni en las paredes. El misterio continuó por días, semanas, meses, pero nadie sabía nada. Ya pasadas unas semanas, todos estábamos muy asustados, pero lo que pasó el 6 de Mayo de 1982 cambió mi vida por completo: a las cuatro de la mañana se escucharon unos fuertes sonidos provenientes del sótano, como si fueran cadenas cortándose y madera crujiendo. Nosotros bajamos para ver lo que estaba pasando, pero no había nada. Buscamos por cada rincón, pero eso que provocaba el ruido no estaba. Esto ya parecía una película de terror...Pero no lo era.
      Al día siguiente llamamos a un especialista en lo paranormal para que revisara que era lo que andaba haciendo esos ruidos tan extraños y desconocidos para mí...Y en ese momento, esta fue nuestra conversación:
-Señor, por favor dígame qué tiene esta cárcel.
-¿Está seguro? No creo que mi respuesta le guste...
-Por favor señor, no aguanto más esta locura.
-Se lo diré, pero yo se lo advertí: esta cárcel tiene dentro un Portergeist.
      Unos segundos después se escucharon unos ruidos, pero ahora venían de la cocina y no tenían solo crujidos y chillidos, sino que también tenían unos desgarradores gritos de una mujer, Todo fuimos rápidamente hacia allí y cuando llegamos, lo que encontramos fue un largo rastro de sangre y cada vez lo gritos se hacían más escalofriantes. Es un momento los gritos parecían palabras. El especialista sacó un aparato que servía para traducir los gritos del Portergeist y se escucho: "Déjenme salir de este lugar y yo les devolveré a los prisioneros...". Con una palabras, el especialista dejó salir al Portergeist y así los 20.000 prisioneros volvieron a su lugar y todo terminó bien.

FIN