miércoles, 28 de junio de 2017

La travesía de Tirri y el cazador

Por Nicolás Santos y Nahuel Wassouf, 4° "M".

    A falta de especias y agua, el cazador y Tirri debían ir hacia las montañas del abismo, bajo el poder del dios Gringo, titánico dios de la sabiduría y gobernante de las montañas. El hambre entorpecía su travesía por el basto continente de Chu-Waka. Sus enormes montañas, ríos y lagos gélidos remarcaban el extraño pero bello ambiente; las semillas ya se habían acabado y, sin otro alimento, lamentablemente sufrían de una terrible hambruna.
-Mi estómago gruñe como los lobos ¿estás seguro que hallaremos algo ahí arriba?- preguntó Tirri al exhausto cazador.
El cazador solamente asintió...
    Al llegar al pie de las montañas, observaron la interminable escala que les aguardaba. Días más tarde, Gringo se percató de estos dos intrusos.
-¿Quién se atreve a irrumpir en mi paraíso?- dijo Gringo con voz ronca. Su gran poder despertó la furia de las montañas, dándoles al cazador y a Tirri una vista sin precedentes: ríos carmesí avanzaban montaña abajo, arrasando todo a su paso provocando el terror más puro en el corazón de los hombres.      Avisando a los artesanos de un pueblo cercano, el cazador y Tirri desarrollaron un plan para desviar esta furia incontrolable.
- Su magia arrasará con todo, debemos detenerla Tirri.- ordenó el ansioso cazador.
     Usando el río cercano, cavaron un nuevo camino por este, rodeando al pueblo con la esperanza de poder detener la mortal avalancha del dios Gringo. El choque entre esta y el río cubrieron el pueblo en espesor vapor. Tiempo después de la catástrofe, Gringo admirando la valentía del trabajo de los mortales, se disculpó con ellos:
-Mortales, ustedes han demostrado increíble valentía, habiéndose enfrentado contra el poder de un dios. Merecen una gran recompensa.- les ofreció la energía del fuego, esencial para vivir.

FIN